Igualate.org - Plataforma de Orientación Socio Laboral con perspectiva de género | federación de mujeres progresista
Orientación Sociolaboral con perspectiva de género
 
 
buscar
Búsqueda en los contenidos de la web
El rincón de la orientación

Metáforas para la Búsqueda de Empleo: Superhéroes

foto superhéroe
Vuelta a empezar. Vuelta tras vuelta, revuelta. Otra metáfora más. En esta ocasión, estamos ante la más revolucionaria de todas, pues  vamos a dar una gran giro sobre nosotros/as mismos/as para conseguir los propósitos laborales que queremos conseguir. Además, por el momento del año en el que estamos, nos encontramos de vuelta, comienza septiembre y ya todo huele a otoño. ¿Acaso no podéis olerlo?

En la segunda de las metáforas para la búsqueda de empleo, se comentó algo de diseñar una lista de la compra que nos permitiera definir con acierto nuestro(s) objetivo(s) profesional(es). Y esto sirve para cada ocasión en la que buscamos empleo. Pero, ¿qué ocurre si no podemos continuar empleándonos en nuestro objetivo profesional?, ¿qué sucede si ya no hay trabajo en lo nuestro?, ¿qué?
 

Para continuar con este texto, vamos a hacer un ejercicio de imaginación absurda y tangencial. Partimos de un imaginario social en el que se asume sin lugar a la duda que Spiderman es un superhéroe. Así mismo reconocemos a este sujeto como un fotógrafo de circunstancias, de la misma forma que Superman es un periodista de pluma torcida. Con estas dos premisas, ¿qué pasaría si el mundo fuese una balsa de aceite y no hubiera supervillanos?, ¿qué pasaría si Peter Parker - nombre mundano del héroe - no tuviera por qué entretenerse nunca jamás volando por los cielos repletos de rascacielos?, ¿qué le pasaría si en el cambio de lo analógico a lo digital, no reconociera los megapíxeles de la fotografía contemporánea? Si hemos sobrevivido a tanta fantasía, podríamos pensar de él, que araña venida a menos. Aunque también recomendaríamos a Peter Parker que buscara un trabajo nuevo. Definitivamente, Spiderman tendría que cambiar su objetivo profesional.

El bueno de Peter se tiene que enfrentar a la realidad, a una realidad que se asemeja a un cómic de mal gusto. ¿De qué podría trabajar Spiderman? Podría emplearse en la construcción, sería el más rápido transportando el material. Sin embargo, parece, que hasta que no lleguen Eurovegas, los JJOO - véase sección de deporte y políticos de élite -, o la duodécima Feria Local e Internacional de la Poda del Arandano (FLIPA), no se va a enriquecer ninguno con el ladrillo, ni siquiera las personas que trabajan en este sector. Por otra parte, Peter podría ser modisto y crear trajes de noche con tela de araña; innovadores, sensacionales. Sin embargo, sería complicado introducirle fácilmente en el círculo de los/as grandes modistos/as que sí están de moda. Otra posibilidad: Peter podría ser informático en sistemas de redes. Sin embargo,  quizá, tendría que aclarar ciertos conceptos tecnológicos que no le hicieran agrupar los ordenadores mediante telas de arañas. ¿Y si Peter fuera camarero? No se le caería ninguna consumición. Sin embargo, ¿con que mano las serviría? Imposible. Una última idea. Peter Parker con todas sus exageradas posturas de bailarín, con sus vertiginosos cambios de vestuario, con su rictus serio cuando hay que ponerse serio, podría ser actor. Quién sabe si algún día podría llegar a interpretar el papel principal en una película de Spiderman, o dos, o tres. ¿Cuántas son? Habrá que recomendarle esta opción.

De regreso a la realidad, tenemos que creernos súper héroes/heroínas para afrontar el reto de un cambio laboral que suponga la elección de otro objetivo profesional, en esta coyuntura. En la práctica, el método a desarrollar para la elección de un nuevo objetivo laboral es similar a la confección de una buena lista de la compra: valoración de nuestra formación, experiencia y competencias laborales; reconocimiento del mercado laboral y, sobre todo, tener en cuenta nuestras competencias humanas o personales. Este aspecto es fundamental para la elección de un adecuado objetivo. Tan importantes como las cuestiones técnicas que controlamos son las competencias personales con las que contamos. Nuestra actitud para afrontar problemas; nuestra capacidad de comunicación; nuestra versatilidad para tomar decisiones, para tolerar la frustración; nuestra facilidad para trabajar en equipo,... Estos aspectos nos pueden llevar a la consecución de unos objetivos de empleo satisfactorios que se conviertan en una alternativa real laboral, igual que le podría suceder a Peter haciendo el papel de su vida como Spiderman. Ya se sabe, difícil reto el de superhéroe o de la superheroína en los tiempos que nos ha tocado vivir.