El esfuerzo que realizan las mujeres en su formación no tiene una correspondencia en el mundo laboral. Hombres y mujeres
alcanzan el nivel máximo de actividad (total de ocupados y desempleados) entre los 25 y 54 años, pero en todas las edades
(menos en el tramo de 16 a 19) la tasa de actividad femenina es menor que la masculina (bien por desánimo, bien por dificultad para conciliar el trabajo de cuidados con el productivo)
Esa es una de las conclusiones del documento, además del desánimo, la falta de corresponsabilidad (además de la conciliación), habría que añadir las situaciones de discriminación cotidianas que subre muchas mujeres por razón de maternidad...
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