El caso de la recepcionista británica Nicola Thorp, enviada a casa sin sueldo por negarse a llevar tacones (véase denuncia BBC) o Elena Andia, Licenciada en Geología y Experta en Geología rechazada para un puesto de joyera por "estar demasiado gorda" (El confindencial), nos muestran lo lejos que estamos de alcanzar una igualdad efectiva en el ámbito laboral.
En un país donde la mayoría de los puestos de atención al público están feminizados, no podemos llevarnos a engaño, el RBP es un criterio de discriminación que poco tiene que ver con los requisitos profesionales deseables para acceder a un puesto.