¿Cómo te dio por emprender? ¿Venías de otros sector, trabajabas por cuenta ajena?
Siempre he trabajado por cuenta ajena y en esa época de mi vida nunca me habría imaginado que terminaría siendo emprendedora. La vida da muchas vueltas. En mi caso, mi hija mayor nació multialérgica a alimentos (leche, huevos, legumbres y pescado). Aunque ahora desgraciadamente es algo común y muchos centros están preparados, hace 10 años no. Cuando iba a preguntar en las guarderías de mi pueblo y explicarles el problema de mi hija me cerraban las puertas y en ninguna me daban garantías ni tranquilidad. Así que decidí que dejaría de trabajar para ocuparme de ella.
Después tuve a mi hija pequeña, y España estaba ya sumida en una gran crisis. No había trabajo y cuando quise y pude reincorporarme al mundo laboral tenía todas las puertas cerradas y era misión imposible, precariedad, malos horarios, pésimos sueldos...
Esa época de mi vida fue dura para mi, yo soy una persona muy activa y necesitaba sentirme ocupada. Dediqué tiempo a mi hobbie que era coser. Me gustaba hacer complementos a mano, y mis amigos y familiares me encargaban y compraban las cositas que hacía. Un día en internet vi un babero parecido a los que yo confeccionaba ¡con un nombre bordado! Me pareció una idea genial y se encendió en mí una bombilla, saltaron chispas en mi cerebro y empecé a investigar y buscar información para yo poder hacer lo mismo.
¿En qué consiste tu proyecto? ¿Cuánto tiempo llevas con tu proyecto en marcha?
Mi proyecto ha sido montar mi taller de bordado y personalización textil, y mi tienda online de regalos personalizados, hechos con mucho cariño. Comencé en 2014.
Me gusta ayudar a la gente a regalar algo único, personalizado, realizado en exclusiva para ellos. Vivo con mis clientes muchas historias bonitas, y es muy gratificante cuando luego te llaman o escriben emocionados y cuentan lo que ha gustado o lo bien que les ha ido. Tengo amistad con muchos de ellos.
¿A qué te tuviste que enfrentar?
A mucho, es un camino muy duro el emprender desde cero. Yo no sabía ni bordar ni nada, es un oficio y tuve que aprenderlo sola.
Tenía claro que quería trabajar desde mi casa para poder conciliar mi vida laboral y familiar, estar con mis hijas era lo más importante. Por este motivo opté por el mundo online y montar mi propio ecommerce. También doy el servicio de bordado a tiendas de mi zona, empresas, uniformes laborales...
El problema es que cuando empiezas un proyecto, o dispones de recursos y capital o te conviertes en mujer orquesta y tienes que aprender hacer de todo tú sola para poder arrancar.
He trabajado y sigo trabajando muchísimas horas al día, estudio y hago cursos por las noches y trabajo en el taller y la tienda online de día. Los fines de semana también trabajo, siempre tengo algo que hacer, que cambiar, diseñar, presupuestar…
Pero lo hago feliz, me levanto feliz todos los días y estoy orgullosa de lo que he logrado con tanto esfuerzo.
¿Tuviste más dificultades por ser mujer?
Tuve muchas dificultades pero tengo que reconocer que no por ser mujer.
Emprender y sacar un proyecto adelante para poder vivir de él es duro y difícil, da igual el sexo. En mi caso no he tenido tampoco ninguna ayuda por ser mujer, únicamente me he beneficiado de la reducción de cuota por nuevo autónomo como cualquier otro.
¿La formación y la innovación es una constante en tu empresa?
Sí, siempre. No he parado de formarme y hacer cursos. Es una de las partes con las que más disfruto. Me encanta aprender y saber, ser autónoma y tener el control de todo lo que hago y las decisiones que tomo.
Para mi trabajo no escatimo en recursos, me gusta la tecnología y en mi taller tengo las mejores herramientas y máquinas, los mejores materiales y productos. La experiencia me ha enseñado que invertir en mi negocio sólo me facilita el camino y diferencia, para mejor, de mi competencia. Además pienso que es la única manera de ofrecer un producto de gran calidad.
En la actualidad, además de ser empresaria te dedicas a impartir charlas y formación sobre emprendimiento, cuéntanos un poquito.
Sí, cuando empiezas en este mundo del emprendimiento, conoces mucha gente que está igual que tú. Al final todos nos ayudamos y retroalimentamos del resto para seguir aprendiendo y avanzando en nuestros proyectos individuales.
Me han invitado a dar charlas de comercio electrónico, contar mi experiencia y como lo he hecho yo a profesionales, personas desempleadas de larga duración de mi municipio, emprendedores y emprendedoras.... Las últimas charlas que he dado han sido en los 3 institutos de mi localidad, hablando a chavales que están cursando la asignatura de emprendimiento y economía en bachillerato. La idea era que conocieran un caso real y contarles como ha sido el proceso. La experiencia ha sido maravillosa, ojalá a mi me hubiesen dado una charla así con 17 años. Como anécdota, en todas las charlas terminaron los chicos y las chicas pidiéndome todos venirse a trabajar conmigo porque les había encantado :-)
Si puedo ayudarles y animarles a emprender, yo encantada, porque creo que el futuro avanza en esta dirección.
