Ilustradora, artista, sus “Ilustraciones de chistera” nos acercan a un mundo donde las imágenes rezuman belleza, personalidad y por qué no, un mensaje de que dibujar el mundo de otro modo es posible.
¿Desde cuándo te dedicas a la ilustración? ¿Has tenido modelos inspiradores?
Es una pregunta difícil de responder... El dibujo ha sido siempre mi forma de expresarme al mundo. Desde muy pequeña he tenido siempre un lápiz o un pincel con el que dibujar... en un folio, en un cristal, en una pared…
En el colegio, siempre me llamaban la atención por estar dibujando en clase, y una vez en la universidad de Bellas Artes, me encontré con todas esas personas a las que les había pasado lo mismo que a mí.
Por otro lado, he tenido una madre muy artista de vocación, aunque no de profesión. He crecido viéndola dibujar folletos, comics, carteles... para millones de causas sociales (entre ellas el feminismo), y siempre de manera altruista… y en momentos determinados colaborábamos ambas para hacer los dibujos que se necesitaran.
Así que, si la pregunta es desde cuando dibujo... la respuesta es simple, dibujo desde que tuve la capacidad de coger un lápiz y hacer un garabato.
Si la pregunta es desde cuando me dedico a la ilustración de manera profesional, podría decir que más o menos (la línea es difusa) desde el 2011.
Aunque como he dicho antes, desde muy joven ya hacía colaboraciones con mi madre para muchas publicaciones y siempre he dibujado para mí, aunque no fuera por encargo.
Tus imágenes muestran la diversidad y son un alegato a la igualdad, ¿es importante que el arte transmita ideología?
Para mi es imprescindible. Cada persona encuentra la manera de comunicarse e interactuar con el mundo, y sea la que sea la manera en la que te expresas, tiene que decir de ti, de cómo eres, de los valores que tienes, de lo que piensas...
Yo he crecido (afortunadamente) en un ambiente y un contexto muy enriquecedor, en el que valores como la igualdad, el respeto, el apoyo mutuo, etc. se practicaban todos los días. He crecido viendo a mi madre y a mi padre esforzarse cada día por cambiar el mundo a través del trabajo social. Es inevitable que esos valores te calen y que los adoptes como propios.
Como creo que la ilustración es una herramienta más para intentar “cambiar el mundo”, y es la herramienta que yo utilizo, intento que mis ilustraciones trasmitan esos valores que yo he mamado y que me gustaría que los demás disfrutaran, en este caso, con mis dibujos.
Por otro lado, esta tendencia social que siempre me ha caracterizado me ha ayudado a acercarme, y a que se acerquen a mi (no solo a nivel personal, sino también laboral), personas y espacios con los que comparto valores y lucha.
Me encanta cuando me encargan trabajos de ilustración en los que tengo que reflejar la diversidad, la igualdad, la sororidad...disfruto muchísimo haciéndolos y para mí son un regalo.
En mi caso siempre intento que sea así, si bien es verdad que a veces, por necesidad, haces encargos que no dicen tanto de ti misma como te gustaría.
¿Cuál es la radiografía de las mujeres ilustradoras en nuestro país? ¿Cómo podemos trabajar que tengan mayor visibilidad?
Ahora mismo la ilustración está en auge. Hay muchísimas buenas ilustradoras e ilustradores que trabajan, no solo a nivel nacional, sino también internacional. Creo que en este caso, la profesión de ilustrador/a esta bastante equilibrada en cuanto a género se refiere, y se valora por la calidad y el estilo y no por el género de la persona que dibuja.
Como ilustradores/as que somos, lo que sí me parece importante, es el contenido y el mensaje que le damos a nuestros dibujos, porque a través de ellos también expresamos ideas y ofrecemos una visión del mundo. En mi caso, y como he dicho antes, creo que es fundamental escapar de los clichés y estereotipos que nos manda esta sociedad y abrir nuevos horizontes al pensamiento, eso es lo revolucionario en el terreno de la ilustración en particular, y de las artes en general.
¿Cómo darle visibilidad a las mujeres en la ilustración? Haciendo, como ahora, entrevistas y dando difusión a trabajos de ilustración hechos por mujeres, teniéndolas en cuenta a la hora de organizar exposiciones y eventos. En definitiva, creando espacios, a través de las redes u otros medios que visibilicen su trabajo...y por supuesto, dándoles trabajo, sobre todo en temas relacionados con la ilustración para espacios de mujeres.
Acabas de terminar una muestra en Madrid, y has ilustrado un precioso libro de cuentos, ¿qué proyectos tienes entre manos?
Sí, la verdad es que poco a poco voy consiguiendo hacerme una carpeta y dossier importante de trabajos realizados.
En la profesión de ilustradora nunca se sabe a ciencia cierta cuál será el futuro, ni siquiera el inmediato. Lo mismo estás una temporada sin mucho trabajo, como der repente, de un día para otro te llaman de diferentes sitios para hacer alguna ilustración “para mañana”.
Teniendo en cuenta esta inestabilidad laboral, la idea es seguir dibujando. Si no se tienen encargos, hacer dibujos para una misma, porque nunca se sabe si en un futuro esos dibujos pueden formar parte de un cuento u otra cosa.
Ahora mismo acabo de terminar la escenografía para una obra de teatro infantil: “El gato con botas” de CIA sin fin.
Estoy ilustrando un par de cuentos, uno por encargo y otro nuevo junto con la escritora de “Chiquitina” (cuento que ya ha sido publicado) y que, una vez terminado, intentaremos publicar.
Y a corto plazo haré, junto con Amantara, los calendarios para diferentes ayuntamientos de Madrid a través de la concejalía de género e igualdad.
email: clarichina_arroba_gmail.com