Una encuesta europea de la Fundación L'Oreal recoge que el 63% de los españoles cree que las mujeres no valen para científicas de alto nivel. Si bien esta afirmación responde a una muestra de solo mil personas lo cierto es que en España menos del 20% de las posiciones estratégicas en laboratorios, universidades y centros de investigación están ocupadas por mujeres y ninguna de ellas ha presidido el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Desde Iguálate queremos hacer visible la labor de profesionales femeninas de la ciencia para reivindicar su papel fundamental en el desarrollo científico y poner en valor su trabajo y sus descubrimientos. Entrevistamos a Almudena Ponce-Salvatierra que en la actualidad trabaja en Max Planck Institute for Biophysical Chemistry en Göttingen, Alemania.
P- Para quienes no sean entendidos/as en la materia, ¿cómo podrías explicar en qué consiste tu trabajo?
Mi trabajo consiste en desvelar los mecanismos mediante los cuales el ADN es capaz de catalizar una reacción. Para ello he determinado la estructura de esta molécula en 3 dimensiones, y a continuación he interpretado sus características estructurales. Basándome en la estructura puedo plantear hipótesis sobre el mecanismo, que más tarde confirmo (o desmiento) mediante otro tipo de experimentos.
El ADN es la molécula que transporta la información genética en los seres vivos, se almacena en el núcleo de la célula formando una doble hélice. Sin embargo, aunque de momento no se ha encontrado en ningún ser vivo cumpliendo esta función, el ADN puede funcionar también como un catalizador (esto es, una molécula que hace que una reacción ocurra más rápidamente). Este hecho es bastante sorprendente de hecho, al menos si consideramos el conocimiento estructural que teníamos sobre el ADN hasta hace pocos meses.
Los catalizadores deben adoptar conformaciones complejas en 3 dimensiones para acomodar y unir a sus sustratos de manera específica y para que la reacción tenga lugar. Se dudaba de la capacidad del ADN para lograr algo así, ya que el conocimiento estructural del que se disponía era limitado, y básicamente se había visto siempre en forma de doble hélice. Con la determinación de mi estructura hemos roto con el paradigma de la supuesta rigidez del ADN y hemos demostrado que puede adoptar estructuras que no se habían observado nunca antes.
Aunque los resultados hasta ahora nos permiten hacer hipótesis sobre cómo se lleva a cabo la catálisis mediada por ADN, seguimos investigando y haciendo experimentos para poder describir con mayor precisión como ocurre este tipo de mecanismo de reacción.
P- Trabajas fuera de España, ¿has emigrado por no encontrar desarrollo profesional en nuestro país?
Si, esa es la razón por la que me fui. La gente no se toma suficientemente en serio la investigación y hay mucha gente que tampoco se toma en serio a los/las jóvenes... prefiero no entrar en detalles en este tema pero para mi gusto hace falta un cambio de mentalidad URGENTE si no queremos que España se quede más a la cola de lo que ya está.
P- En España apenas un 20% de las mujeres científicas ocupan posiciones de poder, ¿cuál es la situación en Alemania? existe una mayor visibilización de las profesionales femeninas?
No sé mucho de números aquí. Desde que vivo en Alemania he participado y organizado simposios dirigidos a mujeres, para que sigan sus carreras en ciencia a pesar de que obviamente son más los hombres que llegan a los puestos más altos. De alguna manera estamos educados (todos y todas) para pensar que los hombres son más capaces. Hay estudios que demuestran que al hacerle llegar el mismo CV a una persona que quiere contratar a un científico, el mismo CV uno con un nombre de hombre y uno con un nombre de mujer, más del 60% escogen al candidato de sexo masculino. Hombres y mujeres. Parece que la población aquí está más concienciada de la desigualdad y quieren tratar de animar a las mujeres a no dejar sus carreras y a pedir cambios: bajas maternales y paternales, guarderías, horarios (y salarios) reducidos si alguien prefiere trabajar menos tiempo en el lugar de trabajo y más tiempo en casa, etc.
En Alemania existen las "cuotas" en algunas empresas. Las "cuotas" son un número mínimo de trabajadoras mujeres que la empresa en cuestión tiene que tener contratadas. Y a este respecto hay gente a favor y en contra. Hay mujeres que no quieren que se las contrate "solo porque son mujeres", quieren que se las contrate porque valen y porque están igual de capacitadas que sus colegas hombres para hacer el mismo trabajo.
En cualquier caso, para que esta situación empiece a cambiar, las primeras que tienen que ser conscientes de su potencial son las propias mujeres.
P- ¿Por qué decidiste dedicarte a la investigación? ¿Qué referentes has tenido? ¿Conocías a otras mujeres científicas antes de dedicarte a ello?
Supongo que tenía curiosidad. Al principio fue algo muy "inocente", creo que con una perspectiva no muy madura aún de lo que significa hacer investigación. Pensé en la gente que sufría, en la cantidad de enfermedades sin cura (yo estudie farmacia, así que estaba al tanto más o menos de estos temas), etc y pensé que me gustaría contribuir a cualquier avance que pudiera representar una mejora en las condiciones de salud de estos pacientes.
Mi primer referente fue mi mejor amiga, Belén. Yo estaba aún estudiando la carrera y ella ya estaba haciendo el doctorado. Era muy trabajadora, constante y responsable. Aun no éramos tan amigas en esa época pero me pareció inspirador. Ella fue la primera mujer investigadora en la que me fijé. Con el tiempo he conocido las historias de muchas mujeres en el mundo de la ciencia, más desde que empecé a involucrarme en la organización de WoCaNet (el simposio del que hablaba antes). Elspeth Garman, Carol Robinson, Jade Safta, Joan Steitz, etc... unas más famosas que otras, en distintos ámbitos, pero todas luchadoras y amantes de la ciencia. Admiro sobre todo a las mujeres que no eligen entre tener una familia o tener una carrera, sino que se atreven con las dos cosas.
P- El premio Nobel de Medicina, Tim Hunt, no tuvo reparos en afirmar: " Tres cosas ocurren cuando hay mujeres en el laboratorio...Te enamoras de ellas, se enamoran de ti y cuando las criticas, lloran". ¿Qué le contestarías? ¿Has sufrido alguna discriminación de manera directa en el trabajo?
Si, supe de eso. Pero me pregunto hasta qué punto la información se trató de manera justa y no sacada de contexto, o si no fue algo así como sensacionalismo. No quiero caer en criticarlo abiertamente sin saber cómo de cierta era esa información y a la vez no lo defiendo, porque si no dijo eso puede que dijera algo parecido.
Le diría que los hombres y las mujeres somos diferentes y que cada sexo aporta cosas diferentes al entorno de trabajo y al laboratorio. Yo he preguntado a hombres y a mujeres científicos si tienen alguna preferencia por contratar hombres o mujeres y, me han dicho que normalmente les gusta que haya mitad y mitad en el laboratorio si es posible.
Al llegar aquí sí me sentí discriminada directamente por uno de mis colegas. No me dirigía la palabra; y si quería preguntarme algo a mi lo preguntaba a algún otro colega o a nuestra jefa para que me preguntara a mí. Cada uno tenemos tareas asignadas en el laboratorio para preparar reactivos o cuidar ciertos equipos, y él no tenía reparos en venir a decirme "esto se está acabando, haz más". Sin embargo yo no podía hacer lo mismo con él porque no solo no lo hacía sino que me ignoraba abiertamente. Parecía que respetara sólo a las mujeres que llevaban más tiempo en el laboratorio que él. Como yo llegué después, me ignoraba... también ignoraba a una colega mía argentina.
No hacía lo mismo con los hombres, sí se comunicaba con ellos aunque fueran "nuevos". Con el tiempo la situación cambió. Cuando mi Proyecto echo a andar y empecé a obtener resultados buenos e interesantes (al cabo de más de un año de trabajo) empezó a hablarme. Parecía como si "le hubiera tenido que demostrar" que yo valía para lo que estaba haciendo y que sabía lo que estaba haciendo.
No le tengo ningún aprecio en lo personal y tampoco en lo profesional, no sólo por esta experiencia mía sino porque no era una persona buena para hacer un trabajo en equipo. Era muy egoísta (y misógino).
Aparte de esa experiencia, por suerte y que yo recuerde, no me he sentido discriminada en ningún otro caso por el hecho de ser una mujer. Es obvio que algo así te da coraje y te enfada, pero lo que hay que hacer es no echar cuenta. Al final el tiempo pone a cada uno en su sitio.
Creo que es una labor importante y creo que hay que empezar a hacerla desde que las mujeres están en el colegio o en la secundaria. Cuando yo estudiaba 4° de E.S.O. dentro de la rama "tecnológica" éramos 2 chicas en clase y más de 20 chicos; mientras que en las ramas de "ciencias de la salud" y de "letras/humanidades" había muchas más chicas. Esa tendencia ya te dice algo.
Debería haber seminarios/charlas en los institutos con mujeres que sirvieran de ejemplos y de modelos a las generaciones futuras en carreras de ciencia, ingeniería y tecnología. Algo así como un mini simposio, anual... sería fácil. Muy probablemente antiguas alumnas de los centros estarían dispuestas a colaborar o podrían facilitar el contacto de otras mujeres que dieran el perfil adecuado para este tipo de evento.
Durante la etapa en la Universidad y el doctorado el mismo tipo de actividades son de gran ayuda y muy inspiradoras. No se tiene la misma madurez con 16 años que con 26. Es como ver una película de animación mientras eres adolescente y luego verla otra vez cuando eres adulto. Entiendes cosas diferentes, aprecias cosas diferentes... y escuchar historias de mujeres que haya hecho carrera en ciencia es enriquecedor independientemente de la etapa en la que se esté, puesto que en cada etapa esos ejemplos te aportan algo diferente.
A mí me gusta colaborar con una revista Universitaria (MoleQla, de la Universidad Pablo de Olavide en Sevilla) para divulgar ciencia a un nivel más apto para estudiantes universitarios. Me encargué durante un tiempo de una sección que se llamaba "MoleQla Entrevista". Hacia entrevistas a hombres y mujeres científicos, en distintas etapas de su carrera y las publicaba ahí. No estaba especialmente enfocada en un público femenino, pero mi intención a través de eso era demostrar que hay muchos caminos distintos en ciencia, gente muy distinta con vidas muy diferentes, y con algo en común que son las ganas de investigar. Quería que fuera inspirador y que animara a los/las jóvenes universitario/as a adentrarse más en el mundo científico y en buscar algo que les llenara. Hay muchas cosas por descubrir, mucho que investigar y necesitamos más hombres y mujeres científicos! Aunque por ahora haya más oportunidades fuera de España que dentro, mi intención era potenciar la vocación científica.